¿Que es el silicio orgánico?

El silicio es el segundo elemento químico más común de la corteza terrestre - solo superado por el oxígeno-, donde se encuentra en forma de silicatos, los cuales se filtran naturalmente en pequeñas cantidades, como silicato soluble, o « ácido silícico » en ríos, lagos y manantiales.

El dióxido de silicio es, por definición inorgánico, ya que se trata de arena; sin embargo, las plantas absorben estos compuestos de silicio y los transforman en fitolitos, una forma no cristalina que puede ser asimilada por los seres vivos, también conocida como silicio orgánico.  De esta forma el silicio aparece en todos los seres vivos, sobre todo en las plantas - de donde se alimentan los demás. Su mayor concentración se encuentra en vegetales de hoja verde como la lechuga, además de en la soja, la remolacha, las espinacas, los cereales integrales, el aguacate o la avena. También se halla en algunos alimentos procesados y carnes pero su concentración es bastante inferior a la de los vegetales y alimentos sin procesar.

El silicio en su forma orgánica existe en casi todas las partes del cuerpo humano, en especial en las uñas, cabello, dientes, huesos y sobre todo en el tejido conectivo. Esto hace que se utilice mucho en tratamientos de belleza, para revitalizar la piel arrugada y flácida, fortalecer las uñas o dar vida al cabello. También está presente en multitud de complementos deportivos, dada su función en la formación de huesos y tendones.

                                                                    

Propiedades curativas.

Cualquier tipo de alteración, ya sea lesión o enfermedad, causa perturbaciones en la función de las células, lo que afecta a la polaridad o propiedades eléctricas de las mismas. El silicio orgánico es capaz de corregir estas perturbaciones y devolver al cuerpo su equilibrio. Así, las células son capaces de resistir infecciones y reparar sus daños, lo que explica sus variopintas propiedades:

  • Aumenta las defensas y fortalece el sistema inmune, ya que desencadena la producción de antígenos y anticuerpos.
  • Protege los huesos y las articulaciones: es fundamental en la mineralización de los huesos. Su presencia es esencial para la síntesis de fibras, como la elastina y el colágeno, en las que el silicio se encuentra en gran medida. Esto podría ser especialmente útil en problemas de osteoartritis.
  • Actúa contra la hipertensión, ya que mantiene la integridad de las arterias haciéndolas más impermeables frente a sustancias nocivas, facilitando la circulación de la sangre. Y por extensión protege al corazón y todo el sistema circulatorio.
  • Reduce los niveles de colesterol: al hacer las paredes de las arterias mas impermeables, el silicio orgánico evita que el colesterol malo (LDL) quede adherido a ellas.
  • Es un potente analgésico y cicatrizante: es un poderoso anti-inflamatorio usado por muchos fisioterapeutas para aliviar  tendinitis, contracturas y dolor en las articulaciones.
  • Protege la piel, ya que al ser uno de sus componentes, contribuye a su densidad y elasticidad. La deficiencia de silicio es una de las causas de la aparición de arrugas y sequedad en la piel. También es beneficioso para el pelo, las uñas y los dientes.
  • Protege contra los radicales libres y la oxidación: gracias a su estructura electromagnética especial, se encuentra en constante búsqueda del equilibrio iónico, y por tanto, de la actividad antioxidante. Esto explica porqué algunos autores afirman que podría tener propiedades anticancerígenas.
  • Desempeña una función importante en el metabolismo general del cuerpo: participa en el proceso regenerativo de las células al restaurar el balance iónico de las que están dañadas o debilitadas, además de aumentar los intercambios celulares.